Edición 16
Oriette D'Angelo: poesía venezolana
Ojalá las paredes no detengan tu ruido
Coincidíamos en algo: Silvio Rodríguez era demasiado bueno
para la revolución
y tú eras revolucionario ¿recuerdas?
figuritas del Che recorriendo tu espalda
la bandera de Cuba bien pegada en las costillas
hasta que me conociste y entendiste:
miseria
masacres
dejaste de dibujar a Chávez
en el panel del MSN
y empezaste a preguntar
cómo se vivía con miedo
¿Qué se siente cuando crees que vas a morir a cada rato?
¿Cuánto vale apagarse lentamente en un país?
¿A qué sabe la bala de otro cuando no es tuyo el tiro?
La revolución no es para inteligentes – decía
escuchamos a Silvio Rodríguez a las tres de las mañana
hora en que la música adquiere el sabor
de toda la miel del mundo
y respondía con la tecla y la pantalla:
ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado
ojalá que el deseo se vaya tras de ti
a tu viejo gobierno de difuntos y flores.
Trece años
La niña tiene trece años y la nombra un terremoto.
La niña está loca, se escucha.
La niña está loca y desobedece
lava mal la ropa del colegio
huele mal la ropa del colegio
huele mal la niña
la niña está loca
sólo lee y come
ve televisión y odia
grita y saca buenas notas
muere en un cuarto que no es suyo
no me escucha cuando grito
no me escucha cuando odio
no abre la puerta
se encierra la niña
loca
no me habla
no come conmigo
no me soporta
y la niña loca no sabe
tener trece años
no sabe explotar la belleza
de sus ojos tamaño asteroide
sólo escribe y hace amigos
amigos que pronto serán su casa
su espasmo
sus primeros amores
alojados en pantallas.
la niña loca es suicida
un cliché
se rasga los brazos con amigas
y sufre con ellas.
Escucha música fuerte y pinta animales. Escribe poemas que no leerá. Recorta cuadernos para construirse un barranco. Sabe que sus pechos crecen y con ellos su desgaste. Sabe que todo está destinado a morir. No tiene miedo de saltar.
No sabe cómo se tocan las ondulaciones del cuerpo.
Nadie le enseña a sentir y su vida está cambiando
nadie le enseña
que está bien sangrar
cuando no se lo provoca
nadie le hace caso a la niña
porque la niña está loca
no sabe tener trece años
y querer continuar viviendo.
Leucemia
Te dicen que tu madre morirá
te sientan en las piernas del sustituto y te explican
que tienes que ser fuerte
que los huesos comerán su carne
y su pelo caerá.
Te dicen
que todo estará bien
y te colocan enfrente de la mesa de los rezos.
Jugo de remolacha
(para prevenir destinos
no activar genes enfermos
—que ya tienes—
para que apretar los dientes
no duela tanto)
y tu madre encerrada espera que entiendas
que te quiere
que no te deja, aunque tengas ocho años
aunque no sea ella la que te explique
cómo se es mujer.
Y tu madre no muere
vive y canta y sueña y tiene el pelo largo
y se casa de nuevo y tiene un perro y se gradúa contigo
trabaja y compra regalos
regaña y aconseja
es fuerte y sangra, llora y se decepciona
y tu madre vive
te lo dicen varias veces
y vive
pero en el momento en que te explicaron
cómo se vivía sin ella
entendiste.
Noticia Biográfica
Oriette D’Angelo (Caracas, 1990). Estudió Derecho en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Creadora de la plataforma literaria www.digopalabratxt.com. Obtuvo el segundo lugar en el I Concurso de Crónicas de la Fundación Seguros Caracas en el aí±o 2015 (Venezuela). Con su poemario Cardiopatías ganó el Premio de Autores Inéditos de Monte ívila Editores en el aí±o 2014 (Venezuela). Obtuvo una mención en el Concurso Literario Nacional e Internacional Palabras sin fronteras de Bruma Ediciones en el aí±o 2013 (Argentina).
Sus poemas aparecen en diversas antologías y revistas digitales, entre ellas 102 poetas. Jamming (Oscar Todtmann Editores, 2014) publicada en Venezuela; ¿Acaso esta atrocidad es el centro de todo? (Stillness & Blood Press, 2015) publicada en México y 90 revoluciones (Mecánica Giratoria, 2015) publicada en Ecuador. www.oriettendangelo.com.