Edición 54
Bonsáis, de José Gabriel Dávila
Semillas
Desgrane el maíz
para que no pudiera perderse,
en su semilla,
la siembra,
la raíz.
Cactus
El cactus
graba su sombra en el suelo
y enhebra
su oscuridad delgada de agujas
en las ranuras de arena.
Así se cosen,
uno al otro,
los retazos del desierto.
Océanos
Uno
El nadador
consagrado al agua
no es un pez,
al contrario,
es un bautizo infinito,
un hombre
adquiriendotodos los nombres
del Océano.
Dos
Colabora cerrando
los ojos
de una concha en el agua.
Cerrando las estacas,
el tiempo hincado,
en los corales,
en las algas.
El azul no es una ceguera,
es la sed que respiran las retinas,
como branquias.
Páramos
Uno
Esta soledad,
como un páramo, brota su propia agua
y se hidrata todo el tiempo,
Acaso lágrimas.
Engendra animales peludos
con ojeras de río profundo.
Dos
El páramo es una planta carnívora.
Su pereza hinchada de piedras,
su cacería de helechos,
las grutas de encías con las que masticas
los ríos cuando se arrojan,
huyendo,
desde las cimas.
Tres
Candor es el frío que aletea,
alto,
en las coronas de rapiña,
con su bufanda de niebla
y sus espumas de cima.
Eso, también es el Cóndor.
Árboles
El ventrílocuo
nos hace creer
que la madera
permanece en silencio.
Lo contradicen los árboles,
las zampoñas,
las puertas chirriantes
y otros lenguajes de leña.
Bonsáis
Uno
El silencio ha secado
el océano
dentro de una concha.
Dos
Luciérnagas, no saben
que su silencio
es la oscuridad.
Tres
¿A qué altura
florece la carne?
Noticia Biográfica
Jose Gabriel Dávila (1996) ejerce las pequeí±as cosas, como la jardinería, algunas medianas, como la editorial y la poesía. Ha colaborado en la asistencia editorial de la Revista El Malpensante, el Laboratorio Cultural Línea y Letra, y actualmente en la Revista Desde el Jardín de Freud. Cursa el pregrado de Estudios Literarios en la Universidad Nacional de Colombia. Auto publica cuento, ensayo y poesía en el sello editorial [é], y colabora con las revistas literarias Plenilunio y el Búho Estático. Espera terminar su primer poemario para 2017.