Edición 66
Cuatro poemas de Mary Oliver
A continuación compartimos la traducción de cuatro poemas de Mary Oliver, poeta estadounidense ganadora del premio Pulitzer y el Premio Nacional del Libro de Estados Unidos. Es un homenaje tardío a esta gran poeta que murió en el 2019 y enseñó a mirar la naturaleza y el mundo con asombro. La traducción fue realizada por María Tabares y Tania Ganitsky cuyas biografías compartimos a continuación.
María Tabares (Bogotá, 1958). Escritora egresada de la Escuela de Escritores de México, SOGEM. Co-editora del fanzine La trenza sobre poesía y ensayo escrito por mujeres en Colombia y de la colección Respirando el verano, poesía y literatura, editorial Domingo Atrasado. Es autora de los libros Y cae y suena y nos invade, Álulas, Sinfonía, de mi sangre nacerán pájaros, Al filo del mundo y Oración atea.
Tania Ganitsky (Bogotá, 1986). Doctora en Filosofía y Literatura y autora de dos cuerpos menos (2015), Cráter (2017) y Desastre lento (Universidad Externado de Colombia, 2018) (Frailejón editores, 2019) y La suspensión de los objetos flotantes (Cardumen, 2020).
Una o dos cosas
1.
No me molesten.
Acabo
de nacer.
2.
El vuelo rítmico de la mariposa
la lleva por el país de las hojas
con delicadeza, y le permite ir
donde quiere ir, donde quiera que eso sea, se detiene
aquí y allá para embriagarse con las húmedas copas
de las flores y con el barro negro; hacia arriba
y hacia abajo se columpia, con frenesí y sin rumbo, y a veces
durante largos, deliciosos momentos se está perfectamente
perezosa, y cabalga inmóvil en la brisa sobre el tallo suave
de alguna flor común.
3.
El dios de la tierra
vino a mí muchas veces y dijo
tantas cosas sabias y deleitables, yo estaba tirada
en el pasto escuchando
su voz de perro
voz de cuervo
voz de rana: ahora
dijo, y también ahora,
y ni una sola vez mencionó siempre,
4.
pese a haber eternamente existido
como una herradura punzante
en el centro de mi mente.
5.
Una o dos cosas son todo lo que necesitas
para recorrer la laguna azul, la honda
hojarasca de los árboles y las rígidas
flores del relámpago —un profundo
recuerdo del placer, un filoso
conocimiento del dolor—.
6.
¡Pero para soltar la herradura!
Para eso necesitas
una idea.
7.
Durante años y años luché
solo para amar mi vida. Y después
la mariposa
se elevó, ingrávida, en el viento.
“No ames tu vida
demasiado”, dijo,
y se esfumó
entre el mundo.
***
One Or Two Things
1.
Don't bother me
I've just
been born.
2.
The butterfly's loping flight
carries it through the country of the leaves
delicately, and well enough to get it
where it wants to go, wherever that is, stopping
here and there to fuzzle the damp throats
of flowers and the black mud; up
and down it swings, frenzied and aimless; and sometimes
for long delicious moments it is perfectly
lazy, riding motionless in the breeze of the soft stalk
of some ordinary flower
3.
The god of dirt
came up to me many times and said
so many wise and delectable things; I lay
on the grass listening
to his dog voice,
crow voice,
frog voice; now
he said, and now,
and never once mentioned forever,
4.
which has nevertheless always been,
like a sharp iron hoof,
at the center of my mind.
5.
One or two things are all you need
to travel over the blue pond, over the deep
roughage of the trees and through the stiff
flowers of lightning — some deep
memory of pleasure, some cutting
knowledge of pain.
6.
But to lift the hoof!
For that you need
an idea.
7.
For years and years I struggled
just to love my life. And then
the butterfly
rose, weightless, in the wind.
"Don't love your life
too much," it said,
and vanished
into the world.
Justo cuando el calendario empezó a decir verano
Salí rápido de la escuela
y crucé los jardines hacia los bosques
y pasé todo el verano olvidando lo que me habían enseñado—
Dos por dos, a ser diligente, etc.,
cómo ser modesto y útil, y cómo triunfar, etc.,
las máquinas y el petróleo y el plástico y el dinero, etc.
Cuando llegó el otoño ya había empezado a curarme, pero me volvieron a convocar
a los polvorientos salones de tiza y a los escritorios, a sentarme y recordar
cómo el río siguió rodando sus piedritas
cómo cantaron los reyezuelos pese a no tener un centavo en el banco,
cómo las flores solo vestían luz.
***
Just When the Calendar Began to Say Summer
I went out of the schoolhouse fast
and through the garden to the woods,
and spent all summer forgetting what I’d been taught—
two times two, and diligence and so forth,
how to be modest, and useful and how to succeed and so forth,
machines and oil and plastic and money and so forth.
By fall I had healed somewhat, but was summoned back
to the chalky rooms and the desks to sit and remember
the way the river kept rolling it’s pebbles,
the way the wild wren sang though they hadn’t a penny in the bank,
the way the flowers were dressed in nothing but light.
El mar
Brazada tras
brazada mi
cuerpo recuerda esa vida y llora
las partes perdidas de sí mismo –
aletas, branquias
abriéndose como flores dentro de
la piel — mis piernas
quieren detenerse y volverse
un solo músculo, juro que sé
exactamente cómo se sentiría tener
escamas azules y grises
cubriendo todo mi cuerpo,
¡el paraíso!
¡Desparramada
en ese regazo materno
en esa casa soñada
de sal y ejercicio,
qué derroche
de nostalgia implora
desde los propios huesos! Cómo
anhelan abandonar el largo viaje
tierra adentro, la frágil
belleza del entendimiento
y zambullirse
y simplemente
volver a ser un cuerpo llameante
de sensaciones ciegas
que avanza
por las fibras luminosas del cuerpo del mar,
desaparecido
como la victoria entre la
absorbente génesis,
ese rugido extravagante, ese
perfecto
comienzo y
final de lo que somos.
***
The Sea
Stroke by
stroke my
body remembers that life and cries for
the lost parts of itself—
fins, gills
opening like flowers into
the flesh—-my legs
want to lock and become
one muscle, I swear I know
just what the blue-gray scales
shingling
the rest of me would
feel like!
paradise! Sprawled
in that motherlap,
in that dreamhouse
of salt and exercise,
what a spillage
of nostalgia pleads
from the very bones! how
they long to give up the long trek
inland, the brittle
beauty of understanding,
and dive,
and simply
become again a flaming body
of blind feeling
sleeking along
in the luminous roughage of the sea’s body,
vanished
like victory inside that
insucking genesis, that
roaring flamboyance, that
perfect
beginning and
conclusion of our own.
Las culebras
Una vez vi dos culebras
negras americanas
apurarse por el bosque,
sus cuerpos
parecían dos látigos negros
que se alzaban y abalanzaban hacia adelante;
perfectamente coordinadas
y con las cabezas en alto
se deslizaron hacia adelante
sobre sus panzas lisas;
bajo los árboles,
entre las enredaderas y ramas,
sobre las piedras,
a tráves de los campos de flores,
viajaron
como un equipo en armonía
como un baile
como un amorío.
***
The Snakes
I once saw two snakes,
northern racers,
hurrying through the woods,
their bodies
like two black whips
lifting and dashing forward;
in perfect concert
they held their heads high
and swam forward
on their sleek bellies;
under the trees,
through vines, branches,
over stones,
through fields of flowers,
they traveled
like a matched team
like a dance
like a love affair.
Noticia Biográfica
Mary Oliver nació cerca de Cleveland, Ohio en 1935 y murió en la Florida en 2019. Publicó su primer libro, No Voyages and Other Poems, en 1963; su quinto libro, American Primitive, fue galardonado con el premio Pulitzer en 1984. En 1992 New and Selected Poems obtuvo el Premio Nacional del Libro. En sus poemas cohabitan la claridad, la imagen poética y un pensamiento profundo e incisivo. Su obra es una declaración de amor a la naturaleza, que se concentra en los nacimientos, el deseo y la pérdida.