Edición 7
Poesía venezolana: Carmen Verde Arocha
Que el río responda
Tienes grietas al atardecer
Nube amarilla que recorre los días
pastoreando el amor
El cielo vive dentro de tus aguas
cielo de madera caja de armario
capaz de encerrarnos y llevarnos lejos
muy lejos hasta el mar
Las hormigas dejan sus huellas al paso
La arena es estéril aunque hagas el amor en su centro
por eso la expulsas de tu cauce
Sol en el agua luna en la arena
Fortalecer el espíritu sin prescindir de Afrodita
Río fruta viva sin excluir la pasión ni el deseo
nuestra gloria está en tu ser de río
y somos testigos
de ese huevo de oro que yace en el fondo de tus aguas
Eres un abanico haces un guiño y nos llamas
Es el sueño dentro del sueño
donde la mujer limpia su pureza
Río vigoroso
alimento de nuestras venas
poderosa agua dulce hecha roca
Apiádate de nosotros
Fata morgana
a Chefi Borzacchini
Dejamos caer la madrugada
Nace una anciana de cabellos blancos
Todos salen a la calle a celebrar
¿Es un espejismo el alumbramiento?
Las mujeres vuelan apilonadas
desde Japón Uganda México Ecuador Nigeria
quieren amamantar a la anciana
Doloroso misterio parir hijos aves y espejismos
Es difícil ser una buena madre si el agua nos falta
¿Dónde está la que parió en la madrugada?
Ella tiene las manos dentro de un saco de maíz
Muestra sus manos llenas de risas
¿Qué hacemos con el maíz y con la risa?
Cae la anciana recién nacida en el suelo
se arrastra con el vientre abultado
lleva un ataúd sobre su espalda
¿Cómo ha logrado confundirnos?
De lejos parece un árbol de papaya de grandes pechos
de cerca un buitre que arquea sus cejas
¡Fata Morgana! dirán algunos
¿Es un espejismo el alumbramiento?
Aroma de jazmín Vientos de tierra
El barro alivia el deseo
La anciana cierra los ojos
Pide al cielo se apiade de tanto dolor
En el jardín de Kori
a Belkis (Pepita)
Pepita mira cuán afónicos
los niños al abrir los regalos
Por encima la palabra se devuelve
a lo que nombra
a lo que cubre
luego de tus dieciséis meses de diálisis
Pepita vámonos de tiendas
Compremos todo tipo de juguetes
La muñeca Belinda que tanto te gustaba
Barbie bebé bicicleta yoyos Lego
Algo encontraremos
Debajo del lago
la voz del agua está agotada
La cubrieron de juguetes piñatas caramelos
Pepita observa cómo se ondula tu cabello cuando ríes
Pasan los niños de ojos azules
y piel negra
Tocan el tambor y danzan en el jardín de Kori
Siéntate
es tiempo de tejer una bocanada de aire
Lavemos tus ropas
Cuidémonos
La princesa Kori tiene una casa de juguetes
con su traje de terciopelo
abriga poco a poco su cuerpo
Ella encaja con sus manos
cada una de las partes de las muñecas y los juegos
Los niños la aman nosotras también
Y pensar que hay tantos niños que no han nacido
Temperamentos
(primera versión)
Ser una sombra tan tenue como el humo
Moverse con sigilo
Y que el ruido sea un ángel
un revoloteo de grillos azules
que a duras penas se pueda distinguir del amor
El amor con su collarín blanco
de lobo agotado y melancólico
con manos temblorosas
abre los ojales de mi vestido
y me levanta la falda hasta al borde de la cama
El ritmo nos cambia el temperamento
Los violines con sus melodías
que se cruzan unas a otras
soslayan la tristeza
¿Qué fuego es éste?
Si lo toco se demacra
Hay fuerzas furiosas que forman el deseo
El deseo se apretuja se madura se exprime
En el bosque seremos suaves al palparnos
ansiosos por amar llamemos a los lobos
fieles a sus parejas
cuidan de sus manadas
afinan el apetito todo el tiempo
enseñan a enterrar los huesos
a lavarnos de adentro hacia afuera
Sebastián Bach templaba el sufrimiento
El cuerpo es lo último que hallamos al tocarnos
The last ones
Mi hermana Solángel
atraviesa un callejón en ruinas
pisa duro los pedazos de piedra
bordea el desamparo sin lesionar sus pies
Rezo duelo plumas de aves
Entra a la Iglesia de San Pablo en Guaicoco
para quemarse las manos y olvidar el ahogo
Mi hermana ignora
lo que es una migaja de alpiste
cubierta de moscas
El desabrigo franquea el camino
She doesn´t know how big it is
Solángel Claret
custodia su voz más allá de la mudez
anhela lo blanco del cielo
para clausurarse en él
Lo amargo se desprende desde lo entrañable
Hay un sitio
la duda está allí
en el vientre abultado de mi hermana
Su infancia ha sido recortada sobre un fondo de oro
¿Acaso la infancia es una medalla?
Ella ha cambiado una noche enjuta
por un poco de agua fresca
Llegan los pájaros
Solángel recoge el alpiste y habla:
Los pájaros blancos y rojos siempre regresan
lo difícil es ser uno de ellos
Del libro En el jardín de Kori, Caracas, Editorial Eclepsidra, 2015.
Noticia Biográfica
Carmen Verde Arocha. CaracasÂÂ, 1967. Poeta, ensayista, editora, gerente cultural, productora artística. Licenciada en Letras (UCAB). Ha sido Directora de la Editorial Eclepsidra, desde su creación en 1994 hasta la fecha. Ha publicado en poesía: Cuira (Eclepsidra, 1997, 1998), Magdalena en Ginebra (La Tinta de Alcatraz, México, 1997), Amentia (1999. Premio anual de poesía Arístides Rojas de la Contraloría General de la República), Mieles (Binev, 2003), Mieles. Poesía reunida (Monte ívila Editores, 2005. Mención Honorífica del III Premio Nacional del Libro 2005). En ensayo: El quejido trágico en Herrera Luque (Pomaire, 1992) y Cómo editar y publicar un libro. El dilema del autor (Eclepsidra, 2013). Incluida en antologías nacionales e internacionales, entre ellas: Antología de la poesía latinoamericana del siglo XXI. El turno y la transición. Julio Ortega, comp. (México, 1997), Common Threads Afro-Hispanic Women´s Literature, Edición bilingí¼e. Clementina Adams, Ph.D. (Ediciones Universal, Miami, 1998), El hilo de la voz: Antología crítica de escritoras venezolanas del siglo XX, Pantin, Y., & Torres, A. T. (2003), Navegación de tres siglos. (Antología básica de la poesía venezolana 1826 / 2002), Joaquín Marta Sosa (2003, 2013), Perfiles de la noche: mujeres poetas de Venezuela, edición bilingí¼e espaí±ol-inglés, Rowena Hill. (2006), En-obra (Antología de la poesía venezolana 1983-2008). Gina Saraceni, ant.(2008).