Edición 16
Víctor Rodríguez Núñez, poeta cubano
Zhuozheng Yuan
la gota en el estanque
al caer al reunirse
con sus predecesoras
hace un ruido pequeño
es la única forma con sentido
sin embargo detrás de la amplia seda
y las dos sillas de remos abiertos
junto al armario rojo
canta el gallo
y en la casa de enfrente amuelan un puñal
la forma irrepetible
el alba como un haz
ante el estruendo de la luz que cruza
en la porcelana se inquieta el té
Bangor
hay un árbol sin nombre en la ventana
un mar que no es el mismo
y se pierde de vista
para dejar su memoria rocosa
donde termina el campo razonado
las ovejas plantadas en delirio
hay una hambrienta luz
que se entromete en todo
pero no pide nada cuando cruza el cristal
quebrado por un pájaro que sacude el sueño
consonante el reloj
picotea los extrañados frutos
el horizonte se apuntala con
la visión redimida
Tahití
yo vi un árbol azul y lo pinté
también una indígena con las caderas rojas
y un celaje amarillo cayéndose en pedazos
la realidad como leche de coco
bebida en una noche sin estrellas
son colores primarios
no hay nada que temer
menos falsos que el oro
y todo lo colgado en la estación de Orsay
mi tumba es de verdad
laja enmohecida
entre vanidades resplandecientes
en mi estilete la oreja de Van Gogh
en mi alma la sífilis
Estambul
como estela en el Bósforo
donde lo pierden todo las gaviotas
como té de granada
que no se bebe a golpes sino apenas
en este vértice del infinito
la oración huele a pies
oras porque sabes lo que te aguarda
sin la fiel odalisca
los rayos del muecín y ella rompe a llorar
su mirada encrespada por el viento
es la única imagen
al demonio los gatos amaestrados
el arte de vender azafrán iraní
la rima como puente
Caellobryth
crecida de la savia
que no angustia a los árboles
anega el costado
amusga el aliento
el verano descuelga su nivel
se pone a hilar calizas
en la alta noche pájaros
y gorjeos en la alta madrugada
el campo sus tercetos
una playa en la gloria
donde titilan x
esa algodonada incomodidad
esta calma política
el silencio ya empieza a enronquecer
Soria
la luz baja la voz
en el cielo de Soria la cigüeña
poda del viejo olmo
unas pocas palabras retoñadas
pero una niña baila un son cubano
sobre la vieja tumba de otra niña
y nadie ha contradicho a los gladiolos
en las bancas en y
el extranjero se corta las uñas
hasta merma la tos del jubilado
y se desborda el plato de la fuente
donde beben tres querubes nalgones
aprovecha la sombra
y se pone a gritar
Monasterio de San Naum
el sol se hunde
el monje no lo puede creer
porque se ilumina con la escritura
reflejada en la roca
¿quién podría borrar este paisaje?
no se comparte el sol
la experiencia de dios
inscribe el policía
abstraído en la caza de mosquitos
la fuente del río negro
fósiles y turistas
con un olor a monje
paisaje que los muertos no se pierden
mi amor está donde se pone el sol
Anglesey
para Alan Holmes
imposible no ser
la oveja trasquilada
que se estremece al sol
los paneles de cristal enmarcado
donde una abeja lucha
reconoce la cera de otro tiempo
los caminos del mar
que los granjeros han ido cerrando
con sus flores de azufre
la belleza odorante
a celeste boñiga
la montaña y la nube
enmarañadas en este alambrón
y sus catorce púas oxidadas
Bucaramanga
una casa enhebrada en la pobreza
costurero de zinc
la calle peatonal
con sus cadáveres
el amor por el piso
las únicas camisas colgando en la pared
don Luis blande un revolver
su inocencia
después del baño atónito
la sopa de tendones
el chocolate amargo
que se tuesta al trino de la calandria
una vida que no discurre por
la aguja de tus ojos
Vilnius
en la sala de espera
sin salida
aeropuerto decanato hospital
todo llegará nunca
como jutía en un pinar del báltico
royendo el alma de un melocotón
como puntista del Central FNTA
en una estrella de ámbar
descartada la muerte derechista
y su doble la gloria
una vida perdida en optimismo
la espera de la espera
la esperanza
o la ilusión de estar en todas partes
Noticia Biográfica
Víctor Rodríguez Núñez (La Habana, Cuba, 1955) es poeta, periodista, crítico y catedrático. Ha publicado trece libros de poemas, casi todos premiados, siendo los más recientes deshielos (2012) y desde un granero rojo (2013). Se han editado varias antologías de su obra en siete países de lengua espaola, así como en alemán, francés, inglés, italiano, macedonio, serbio y sueco. Durante la década de 1980 fue jefe de redacción de la revista cultural cubana, El Caimán Barbudo. Una selección de sus entrevistas con poetas hispanos se encuentra en La poesía sirve para todo (2008). Compiló tres antologías que definieron a su generación, y recientemente, La poesía del siglo XX en Cuba (2011). Ha traducido poesía tanto del inglés al español (Strand, Kinsella) como del español al inglés (Gelman, Pacheco). Doctor en Literaturas Hispánicas por la Universidad de Texas en Austin, es catedrático de esa especialidad en Kenyon College, Estados Unidos.