Edición 61
Héctor Aníbal Caldera, poeta venezolano
En la panadería
Todas las mañanas
arrastras vencidas telas
con desvencijados ojos
hablas a solas
-mentira
lo que mueves
no es tuyo
lo que señalas
murmura adentro
Emerges como luna
en cada desválido detalle
Te reverencio
no sólo por ser
sino por las olas que traes
aún en mí
buscan orilla
Prescripción médica
Reconcomiar proviene de reconcomio
en dosis periódicas
úlcera gástrica
se me antoja poca valoración de sí
aunque estoy harto de diagnósticos
hay suficientes picos de loro en las vallas
además, quejarse resulta otra rutina para el desagüe
indispensables las cosas sencillas
humanas
barrer la casa agua para las plantas
atender a la vecina
aceptar lo que no me había atrevido
conversar sobre lo que haremos hoy
En una palabra
en dosis periódicas
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . *
* Si deseas puedes precisar la prescripción
La adicción
Como la rata o los insectos
merodea
enseña sus dientes tenaza
en territorios ya conocidos
insiste en aquello que fue superado
las mismas acrobacias de siempre
de naturaleza plástica
con su pasión de anime
subasta los anhelos
pregunta qué preguntar
ante las compuertas del desagüe
Por un instante
la lucidez insinúa presencia
Mi ánimo sólo alcanza
a girar la manivela
Sobredosis
Al visitar el museo insisto en devolverme
sin saber en cuál cuadro germinar
¿Construiría con sentido de árbol o me dejo llevar por ríos y océanos?
¿A qué viene preguntar?
Tengo presente que lo infalible se quiebra
¿Acaso decidir va en línea recta
para qué escondo la mano si quiero tocar
qué olores impactan mi sentir
quién dice que al vestirme oculto mis sombras?
También traigo la pregunta del profesor
¿Hacia dónde enrumbas tu esfuerzo?
o la reflexión del poeta
Creo en el mundo como en una margarita
porque lo veo. Pero no pienso en él
porque pensar es no comprender…
entonces viene la sentencia
Las respiraciones de cada quien están contadas
Tantos cuadros
le construyen una Muralla a mi circularidad
Hoy
cierro los ojos
y dejo de calcular
Detalles
De pronto un aleteo
quizá gorrión
hacen brotar paisajes
abre la puerta la Sra. del bar
intenta tararear melodías que congregan
Aún aturdidos nos emplaza a la mesa
vinimos a rastras tras la tierra mutilada
invasivas penurias se reiteran en los pozos secos
Hoy no se pinta ni se llevan colores
se hacen bocetos al carbón
se respira precariedad para concebir
y de nuevo la Sra.
esta vez maltratada
no sabemos de su dolor
menos aún de la fe implícita en las cosas
Podríamos dibujar un –Amanecer
Y vuelven los pájaros al balcón
la algarabía sigue en el bar
ella sale con pan viejo desmenuzado
ese runruneo prodiga tibieza
lo esparce
por un instante se respiran gotas de océano
hay detalles que pueden ser mantras
sus efectos son veraces
No importa el aspecto ni la mesa congregante
tal aleteo logra pervivir
la Sra. del bar también se sienta
entre bocetos de su amanecer
Quinta La Manguera
Bóveda de mangos silente presencia
resguarda la niñez con su griterío de fruta
lágrimas recogidas en los racimos del árbol
la neblina se filtra en las tercas consonantes
mientras jugamos al escondite
al caminar por la calle pregunto por el cielo
vuelvo a preguntar por heridas que no tengo
el canto de los huesos queda resguardado
con mi padre reposando en las venas
ahora mis ojos despiertan el trote de los caballos
aunque llevo la fatiga de antiguas sensaciones
se anuncia el acto de atravesar el patio y enterrar piedras
de pronto largas nubes de la fruta
un niño distinto a mí me saluda
empiezo a orar sin saber por qué
la engañosa protección del verbo se desprende de la pulpa
la verticalidad desafía
el niño trepa y saluda
a Ernesto Aníbal
antes de ser semilla
y mucho después
Confidente mesa
Las pieles mueven trazos
en la confidente mesa
te atreves a abrir paisajes
con las fotografías en blanco y negro
deslizadas entre tus muslos
¿A qué viene preguntar por Amanda?
no sé cómo narrarlo
mientras te marchas
van precipitándose las acuarelas
Vuelves
y la mesa no se fatiga
Noticia Biográfica
Héctor Aníbal Caldera (Caracas, 1961), ha participado en talleres de poesía con Edda Armas, Armando Rojas Guardia y Cecilia Ortiz. Forma parte del grupo poético El Ojo Errante. Publicó el poema en inglés “-… decadeâ€, en la revista Perspectives Georgia Tech International Festival Booklet 1990, Atlanta. Publica poesía en portales como La Parada Poética, Inspirulina-Stand Up Poetry, así como artículos en Ideas de Babel. Es co-autor del libro Miradas y Palabras sobre Caracas, editado por Una Sampablera por Caracas en 2013, y de Jamming 102 Poetas, editado por Oscar Todtmann editores en 2014.
También es autor del libro Vigilia en la desmesura, editado por Oscar Todtmann editores en 2017. Tiene un libro inédito titulado Entre imagos. Disfruta de participar en recitales y lecturas. Le gusta trabajar elementos poéticos, junto con lo metafórico, en el ámbito organizacional y en el social.
Es Ingeniero Agrónomo (Universidad Central de Venezuela) de profesión. Luego de tener experiencia profesional, gerencial y social, cursó estudios en Asesoramiento y Desarrollo Humano en la Universidad Simón Bolívar. Se formó como Psicodramatista, Coach y Master en PNL. Se desempeí±a como Coach y Consultor Organizacional. Es Director de Imago Consultores, firma que fundó en 1999.