Edición 39
Seis poemas de Hernando Guerra Tovar
Acecho
Desde algún rincón de la sombra
con sus ojos de gato
el silencio acecha mi presencia
Presa fácil
en esta comunión del grito
Puente
Para alcanzar la otra orilla del sueño, es preciso tender un puente de metales y brebajes, sobre el vacío tembloroso de la noche, dispuesto a resistir el peso de las huellas, que pueda mantener el equilibrio de la memoria, capaz de esquivar la bruma de los abismos. Es necesario atizar el fuego, afilar los cuchillos, atrapar el grito con las manos desnudas. Para alcanzar la otra orilla del sueño, pesadilla del sol, es prudente tender un puente de hechizos y milagros, ignorar la llave, el hilo extraviado en el ojo de la aguja, aceptar en silencio el asombro y el arcano. Es ahora que despierta la vigilia.
El canto del pájaro
El camino se estira como serpiente
sobre el hueso limpio de la noche
La luna y el árbol recorren el sueño
entre el silencio largo
saludo de piel cuando tu fuego
ilumina el canto del pájaro
La casa
En este lugar del ruido
donde se levanta una ciudad de miedo
tuve alguna vez mi casa
de ventanas abiertas al silencio
de puertas a la luz
Tuve alguna vez mi casa
donde la hamaca cuelga de la sombra
y el pájaro canta canciones de ausencia
Casa de caminos que se alejan
que se pierden más allá de bosques y de arroyos
de veredas que transpiran detrás de las colinas
olor a verde, a esencia vegetal
Casa donde el verano pulsa los hilos del fuego
y en el techo intacto la lluvia sonríe
salta de gozo, repica de alegría
Casa de partos como auroras
de tardes doradas
de noches en que la luna crece
cuando el sueño inventa grandes reinos azules
Casa por donde cruza un río sin orillas
un tren que viaja entre montañas
un viento de alas largas
En este lugar del ruido
donde ahora se levanta una ciudad que hiere
tuve alguna vez mi casa
de patio sombreado
Antes
Calles de todos los colores rumbo al abismo. Sin mirarnos avanzamos por la noche enfundados en gruesos abrigos de miedo. Sin sabernos. Antes de caer, al menos un trozo de sol, un pedazo de luz, o el derecho inalienable de morir.
Vuelo
A Betssabet Lara Acuña
En las noches el viento se vuelve pájaro
Ocupa su nido en la copa del árbol más alto
Sueña que es viento
pasea por el bosque con su amada la brisa
En las mañanas canta
Se da cuenta que es pájaro
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Noticia Biográfica
Hernando Guerra Tovar (Armero – Guayabal, Tolima, Colombia, 1954). Poeta y Ensayista. Es autor de los libros de poesía: Pájaro azul, 1994; La noche del árbol, 1998; Ciega luz, 2004; Sombra embestida, 2007; En la curva del río, Antología, 2009 Tríptico de la luz, Antología, 2010; El tiempo que nos resta, 2014. Incluido entre otras en las siguientes antologías: Poetas Siglo XXI de Prometeo Madrid; Poesía Siglo Veintiuno de Fernando Sabido de Espaí±a; Poesía colombiana de la editorial el Perro y la rana de Venezuela; Revista Letralia de Venezuela; Antología de Poesía colombiana 1931-2011 de Fabio Jurado Valencia.