Edición 49
Edda Armas: poesía venezolana
Anudados
Nos luce oculto en la clavícula
así se clave como lascivo aguijón
al centro de la flor
y dejemos que avance
como ocurre algunos días
urgidos de bondad,
sobresalto en palabras graves oídas
estallido de la miel que nos sana
como le pasa al sesgo ciertamente
y al día de vez en cuando,
y es así, así, que nos hacemos
frágil nudo de estación.
A los gatos les hablas
A la hora pequeña la turbación acorrala
sin dioses ni oraciones y en casa te aquietas
y te apropias de la estrecha rendija de aire,
en lobular y horizontal respiración.
En esta penosa travesía acopias largas frases
que caen y caen y descobijan
las pupilas afiebradas que se clavan en tu nuca,
cuando sientes miedo.
A tal hora, con cercanía a los gatos les hablas,
a sus fervientes pieles con palabras oscuras
que solo ellos entienden,
enroscada tú en la mecedora de esquinas
donde la impaciencia también se mece.
Flores del naranjal
Complaciente irás atándolas
como sea que ellas lleguen
tal quien cincela las paredes
con el nombre del que ama,
armazón de hierro y cemento
neblina tal vez,
igual que identificar un sitio
donde quererlo puedas
por más tiempo
si la paz es calma del amado
aún al tiempo de la sombra,
y cuando ya no hayas de querer
que de nuevo te visite
cierra la ventana que la vista
ofrece al naranjal
para que ni el olor ni el color
formen semilla
que lo despierte en ti,
y tal vez, así nazca la certeza
que baile en la palma de la mano
aunque sea esa mano la misma
con la que irás diciéndole adiós
a la ternura blanca que no cesa.
Manos del templo
Palabras-llaves brotan en las líneas
al centro decisivo de cualquier mano.
Sígueles en su carnal zigzag y verifica
sus bifurcados canalillos dialogantes.
¿Leerlas para qué?
La que resta, suma la elipsis.
La que resume, acopia anagramas.
La que abre revela secretos.
La que cierras contrae la suerte.
Una mano escribe nuestro dictado,
mientras a la otra se lo dictan.
Empiezo a comprender
el origen silente de las otras voces.
Las que sinuosas y subterráneas
a ritmo acompasan el latido del corazón
moviendo tangentes agujas
en el templo de la escritura.
Lo que demoras llega
A trechos, te sientes nebulosa
en el solar del ermitaño,
donde los pies ceden, hundiéndose
sin hallarles piso.
Por ratos tomas figura de narciso, o
de rosa en su propio espinar,
cuando no, de simple espiga al azar.
Pero, la hora define la claridad,
los rostros y los paisajes
en los que cavan ahumadas
las formas del dolor,
sin alcanzar la deseada liviandad.
Desposeídos del nosotros
al soltar el olor entre los ausentes
presagias la nueva fragancia
que puntualísima haces tuya.
Mordisco olfativo
que con forma espiral
apresas.
Noticia Biográfica
Edda Armas nació en Caracas, 1955. Poeta, antóloga y editora. Psicóloga Social por la Universidad Central de Venezuela, especialista en creatividad y gerencia cultural. Su obra poética alcanza los quince títulos publicados, los más recientes: A la hora del grillo (Colección 2Alas, Quito, 2016), Alas de navío (Ediciones Caletita, México, 2016), Roto todo silencio con ilustraciones del artista rumano Daniel Medvedov (O.T. ediciones, Caracas, 2016), Sin negativo ni estaciones (Kalathos, 2012), Corona mar (2011), Toma lo simple por el tallo (2009), Armadura de piedra (2005), En bicicleta (2002, Premio Poesía de la XIV Bienal Literaria “J.A Ramos Sucreâ€), Sable (1994, Premio Municipal de Poesía 1995 Alcaldía de Caracas), Dagas y otras flores. Antología personal (2007). El Taller Arte Dos Gráfico de Bogotá editó Aguariacuar, La partida con poemas suyos y fotograbados de Lihie Talmor, artista visual con quien también ha publicado La creatividad del mal o el círculo de las flores (Edición de autoras. Poesía y fotograbados), siendo compiladoras de la antología Fe de errantes/17 poetas del mundo (Otero Ediciones, 2006). Presidió el P.E.N. Venezuela (2005-2009). Ha participado en festivales de poesía en Caracas, Bogotá, Lima, Quito, Ciudad de México, Guadalajara, Houston, New York, San Salvador, Santo Domingo, Salamanca, Tenerife y Madrid. Desde 2015 dirige, con Carlos Cruz-Diez y Annella Armas, la Colección de Poesía Venezolana, Dcir ediciones.