Edición 50
Del Triángulo de las Bermudas a Lisboa: 25 poetas caribeños. Parte I
Parte I
Presentamos la segunda antología de una serie de antologías de la poesía hispanoamericana actual traducidas al portugués que ha preparado el poeta puertorriqueño Jonatán Reyes con la traducción de la poeta y traductora Sandra Santos.
Sandra Santos (Portugal, 1994). Estudiante, poeta, escritora y traductora. Licenciada en Lenguas y Relaciones Internacionales (Universidad de Oporto), En el presente, está adquiriendo el máster en Estudios Editoriales (Universidad de Aveiro). Participa en diversos proyectos culturales, artísticos y literarios. Traduce del portugués e inglés al español y del español e inglés al portugués. Sus traducciones están publicadas en Portugal, España y América Latina, en los blogs y revistas “Cuaderno Ático”, “Buenos Aires Poetry”, “escamandro”, “Círculo de Poesía”, “Poesia Vim Buscar-te”, “Otro Páramo”, “La Raíz Invertida”, “mallarmargens”, “Bitácora de vuelos”, “Emma Gunst”, “Enfermaria 6” y “El Coloquio de los Perros”. Comparte su labor poética y artística en su blog: http://sandrasantos-ss.blogspot.pt/.
Jonatán Reyes (San Juan, Puerto Rico, 1984). Poeta y editor. Bajo el seudónimo de Jonatan Medusa publicó Hologramas Exiliados (plaquette, 2012) y los libros Actias Luna (2013), Aduana (2014), Sunny Sonata (2014). Su poesía ha sido publicada en diversas revistas internacionales de literatura y poesía, de países como, Colombia, Argentina, Venezuela, España, Grecia, Italia, Brasil, Ecuador, Estados Unidos, y México. Parte de su trabajo ha sido un incluido en varias antologías internacionales, como la Antología de Poetas Latinoamericanos (Imaginante Editorial, Argentina, 2015) y Voces de América Latina (Mediaisla Editores, New York, 2016). Lo han invitado a diversos festivales y encuentros de poesía, entre ellos, al “I encuentro latinoamericano de poetas del Itsmo”, al II Festival Internacional de lectura “Agua Dulce Caracola” (México, 2015), al IX Festival Internacional de Poesía del Caribe (PoeMaRío)” en Barranquilla, Colombia, y al reciente V Festival Latinoamericano de Poesía Ciudad de Nueva York. Es finalista del III y del IV Premio Internacional de Poesía “Pilar Fernández Labrador”. Recientemente preparó la antología bilingüe (español/portugués) “Del Triángulo de las Bermudas a Lisboa: 18 poetas puertorriqueños que se publicó en la revista colombiana “Otro Páramo”. Su poesía ha sido traducida al italiano, griego y portugués.
Sol serpiente ojo fascinante ojo mío
mar en que hormiguean islas crujientes
en dedos de rosas
Aimé Césaire
* * *
Annabell Manjarrés Freyle (Colombia)
Último vuelo
A pesar del páramo
me suda todo.
Tengo un efecto moreno
en la transpiración.
Soy una silueta sin contorno que llora al mar
por todos lados.
No he visto a Bogotá con ojos
de palmera dorada,
el viento enamorado
puede estar rumorando
en Santa Marta
o en algún sueño doloroso
y recurrente.
Mi soledad es sólo de dos horas
en el aeropuerto. Sin dramas.
Mi pecho se oprime
intentando abrazarse a sí mismo.
Por mi parte ya me desvestí en esta ciudad de parabrisas
y ahora me arropo
con un escándalo de arena que traje,
desprevenida,
en mis zapatos;
con un acento que desentona al parafraseo
de las nubes que me acechan,
y con estos ojos que ahora miran
distinto al rostro.
Cálida por dentro
y sin las mismas células que me conformaron
hace más de tres años,
descanso arropada sin misterios
y sin las nostalgias
de una letra capital
iniciando
mis más incisivos
recuerdos.
* * *
Último voo
Apesar do páramo
transpiro toda.
Tenho um efeito moreno
na transpiração.
Sou uma silhueta sem contorno que chora ao mar
por todos os lados.
Não vi Bogotá com olhos
de palmeira dourada,
o vento apaixonado
pode estar a rumorar
em Santa Marta
ou em algum sonho doloroso
e recorrente.
A minha solidão é só de duas horas
no aeroporto. Sem dramas.
O meu peito oprime-se
tentando abraçar-se a si mesmo.
Pela minha parte já me despi nesta cidade
de pára-brisas
e agora me cubro
com um escândalo de areia que trago,
desprevenida,
nos meus sapatos;
com uma pronúncia que desafina o parafrasear
das nuvens que me espiam,
e com estes olhos que agora olham
diferente o rosto.
Cálida por dentro
e sem as mesmas células que me conformaram
há mais de três anos,
descanso coberta sem mistérios
e sem nostalgias.
duma letra capital
iniciando
as minhas mais incisivas
recordações.
Annabell Manjarrés Freyle (Santa Marta, Colombia, 1985). Comunicadora Social y Periodista. Poeta y narradora. Posee tres poemarios inéditos: El Espejo Lunar Blanco, Óleo de una mujer acosada por el tiempo y Animales invertebrados. Poemas suyos han sido traducidos al inglés, al catalán, al francés y al italiano; y figuran en diversas antologías de nacionales e internacionales. Tiene un libro de cuentos inédito. Trabaja en su primera novela.
Isaily Pérez González (Cuba)
Dime tú qué amor ya muerto
Dime tú qué amor ya muerto ha tenido luz así:
estamos en una foto
en un balcón
en mitad de un palacio
y detrás se haya el mar, discretamente.
Por supuesto que el mar nos alentaba,
el mar mudándolo todo en cosas aún más bellas.
En mitad de la tarde
por no llorar delante de terceros
volví el rostro.
Habíamos vivido juntas cuatro años
y fue la separación
cuando llegaba al vestíbulo de la realidad
—pero solo hasta ahí—.
Detrás se divisaban estancias mejores
mas un viento me cerró las puertas.
Yo seguía parada en el umbral sin querer confesártelo
por no verte llorando frente a extraños.
Te habías mudado a otro país.
Aquí el viento tiraba las puertas y dejaba tus fotos
pero no dije nada:
transcurría nuestra semana luego de un año
me reí de tu acento y de tus nuevas frases
juntas nos divertimos como siempre.
Era muy blanco el muelle
con blancas farolas sucediéndose
el terrado, las sillas,
doquier pusiese los ojos blanco y blanco.
“Molesta el resplandor”, fingí ante los extraños.
Ya la foto estaba hecha,
sin salir de la pantalla la había celebrado
sin salir de la pantalla dolía concretamente
como duelen tus fotos.
Si acaso te hablo mucho
del pesar que me ha causado esta separación
pues no me creas;
Shakespeare cantaba a un ahogado
con perlas en los ojos y coralinos huesos
pues la alquimia del agua trocó en joya lo muerto.
Asimismo este amor, ya sin aliento,
un don ha recibido
de las playas que juntas contemplamos:
se llama permanencia.
Aquí te la regalo: una foto, una joya,
no le pidamos más
ya que el pasado es nuestro
la semana
y los mares del mundo
donde tú no estarás o no estaré
pero así basta.
* * *
Diz-me tu que amor já morto
Diz-me tu que amor já morto teve luz assim:
estamos numa foto
numa varanda
a meio dum palácio
e atrás está o mar, discreto.
Claro que o mar nos animava
o mar transformando tudo em coisas ainda mais belas.
A meio da tarde
para não chorar à frente de terceiros
virei o rosto.
Tínhamos vivido juntas quatro anos
e deu-se a separação
quando chegava ao vestíbulo da realidade
—mas só até aí—.
Atrás distinguiam-se estâncias melhores
mas um vento fechou-me as portas.
Eu continuava parada no umbral sem querer confessar-to
por não te ver a chorar à frente de estranhos.
Tinhas mudado de país.
Aqui o vento arrasava as portas e deixava as tuas fotos
mas não disse nada:
disfrutamos duma semana após um ano sem nos vermos
ri-me da tua pronúncia e das tuas novas frases
juntas divertimo-nos como sempre.
Era muito branca a doca
com brancos faróis refletidos
no terraço, nas cadeiras,
por onde quer que repousasse os olhos branco e branco.
“Chateia o resplendor”, fingi perante os estranhos.
Já a foto estava tirada,
sem sair da tela tinha-a celebrado
sem sair da tela doía concretamente
como doem as tuas fotos.
Se por acaso falo muito
do aperto que me causou esta separação
não te acredites;
Shakespeare cantava a um afogado
com pérolas nos olhos e ossos coralinos
pois a alquimia da água fez do morto uma jóia.
O mesmo com este amor, já sem alento,
um dom recebeu
das praias que juntas vislumbramos:
chama-se permanência.
Aqui ofereço-ta: uma foto, uma jóia,
não peçamos mais
já que o passado é nosso
a semana
e os mares do mundo
onde tu não estarás ou não estarei
mas assim basta.
Isaily Pérez González (Cuba). Obtuvo el Premio Calendario 2007 por su poemario Una tela sobre el bosque (Casa Editora Abril, 2008); el Premio-Beca de Creación Dador del Instituto Cubano del Libro 2002. Premio Encuentro-Debate Nacional de Talleres Literarios 2000. Beca de Creación Dador 2002. Premio Calendario de Poesía 2006. Actualmente dirige el sello editorial Capiro.
Ángela Hernández (República Dominicana)
Lo que tengo es un pulmón cerrado como piedra
Ojo móvil. Terco sobre el día vulnerable
Ventolera. Festín de insinuaciones. Cosas de acá, de allá
Lo que tengo es un dedo de Dios. Empuja sobre un
mismo punto de mi carne. Exige la respuesta para la
cual no hizo mis sentidos
Lo que tengo es el punzón de siempre, de antes
tajando la neblina en mis cavilaciones
Un vestigio con forma de serpiente. Necedad de furia,
bailoteo. Frío de ser
Lo que tengo es la consciente impotencia felina
Oscuridad de las sacerdotisas. Clara interrogación
sobre enigmas y decantaciones. Un inútil pedestal por hombros. Navegando entre cálices, espadas
Lo que tengo es el vivo de los barrios
La culebrilla feliz de los mercados
míseros. Boca del alma rota por el vino. El tempranero
empeño de quien trueca la eternidad por alimentos
Sueños de perseguidos. Asediada
Decapitados. Torturada. Suelo sobre el cuerpo sin
apoyo. Dictadura del símbolo, cara y cruz
Lo que tengo es el extremo de los centros
El comienzo. El paso y lo que pasa luego.
* * *
O que tenho é um pulmão fechado como pedra
Olho móvel. Teimoso sobre o dia vulnerável
Vendaval. Festim de insinuações. Coisas de aqui, dali
O que tenho é um dedo de Deus. Empurra sobre um
mesmo ponto da minha carne. Exige a resposta para a
qual não foram feitos os meus sentidos
O que tenho é o furador de sempre, de antes
talhar a neblina nas minhas cavidades
Um vestígio com forma de serpente. Inépcia de fúria,
bailado. Frio de ser
O que tenho é a consciente impotência felina
Escuridão das sacerdotisas. Clara interrogação
sobre enigmas e decantações. Um inútil pedestal nos ombros. Navegando entre cálices,
espadas
O que tenho é a vivacidade dos bairros
O cobrelo feliz dos mercados
míseros. Boca da alma quebrada pelo vinho. O precoce
empenho de quem troca a eternidade por alimentos
Sonhos de perseguidos. Assediada
Decapitados. Torturada. Chão sobre o corpo sem
apoio. Ditadura do símbolo, cara e cruz
O que tenho é o extremo dos centros
O começo. O passar e o que passa logo.
Ángela Hernández Núñez (Buena Vista, Jarabacoa, Republica Dominican). Premio Nacional de Literatura 2016. Textos de su autoría se han traducido al inglés, francés, italiano, islandés, bengalí y noruego. Circulan en numerosas antologías. Ganó el Premio Nacional de Poesía Salomé Ureña (con el libro Alicornio, 2004).
Robert Rincón (Venezuela)
De Mercaderes (2010)
SEÑOR DAME SANO CAUDAL
PARA AMANSAR
las aguas donde el demonio viene en su barca
a atracar puertos dorados
quiero hincarme ante el sol
pero me fallan las piernas
la presencia de la luz se va en la cresta de la ola
que rompe en el arrecife de mis huesos
dame humildad para calmar el sonido de los pies
que desfilan de mantra
de las costas hasta la cordillera
del monte a la calle
donde la resonancia devuelve el salobre
en el lomo madera del Nazareno Caribe
el sol se apaga dentro de la tienda
donde la estatua tallada no endereza el milagro
no piso fuerte señor
no piso fuerte señor
en las aguas frente al muelle
deja que el zumbido dentro de mi boca
cante
* * *
SENHOR DAI-ME UM CAUDAL SANO
PARA AMANSAR
as águas que trazem o demónio na sua barca
para atracar em portos dourados
quero fixar-me diante do sol
mas falham-me as pernas
a presença da luz desaparece na crista da onda
que rompe no recife dos meus ossos
dai-me humildade para acalmar o som dos pés
que desfilam em mantra
da costa à cordilheira
do monte à rua
onde a ressonância devolve o salubre
ao dorso de madeira do Caribe Nazareno
o sol se apaga dentro da tenda
onde a estátua talhada não endereça o milagre
não piso forte senhor
não piso forte senhor
nas águas em frente do dique
deixai que o zumbido dentro da minha boca
cante
Robert Rincón (Valencia, Venezuela, 1985). Poeta, forma parte del equipo de edición y redacción de la revista Poesía. Ha publicado Mercaderes (2010) y en el 2014 fue merecedor del V Premio Nacional Universitario de Literatura Alfredo Armas Alfonzo. Finalista en la primera edición del Concurso Nacional de Poesía Joven “Rafael Cadenas” (2016).
Ángel Antonio Ruiz Laboy (Puerto Rico)
Pasaporte a la ceniza
a Manuel
me voy del pan, del mar, del aguacero
huyo de comer las uvas negras a la orilla de las tardes
huyo de ver las llagas florecer como rosas de agua fúnebre
de entregar en cada polvo un pasaporte de ceniza
gotereando la fe que puse en cada primavera transeúnte de la piel
voy camino a ser un emigrante de la sal de los rosarios
dejo atrás la huella de humedal que nadie habitó sino el deseo
sino quimeras que amenazan con romper el sueño
y con abrir las bisagras de ese confín alado de tu pecho
vuelo de ti y de tu nombre, de tu saliva y de tu axila
de esta hambre de lloverme labio en tus heridas
de estas ganas de curarte lo que hiero con mi historia
historia que es mía y que fue tuya y ahora es de nadie
salvo de un albatros crucificado entre poemas
y es que a veces no me basta decantar la sed de tanta compañía
ni hacer un homenaje a cada antojo de un altar que se apolille
frente al fuego
si mi oración se pudre arrodillada en el desasosiego
si me vuelvo polizón en el cordel de los milagros esperando a uno
uno que me devuelva algo de la vida que entregué e irme con ella
a cabalgar lejos de toda profecía de salvación o muerte
irme sin bandera ni boleto de regreso
hasta hallar un balcón de esos que tienen mecedora
y columpiar en la tarde la memoria y los olvidos
hacerme mapas en la piel, lloverme a gritos la renuncia
y poblar de estrellas mi propia noche a oscuras de nombrarte
de vez en cuando
tendré que dibujar un astrolabio que convulse las distancias
detenerme en la estación de cada verbo y deambular
por la torpeza del deseo que te memoria
sobre esa huella dactilar que es un pasaje de vuelta inadvertido
se me hace imperativo irme de ti, darme todo al viaje sin regreso
y huir nuevamente del pan y huir del mar, del aguacero
de los nombres, las ausencias, las promesas
y aunque no sepa de qué huyo, si es de ti o del miedo de quererte
si es de mí o del miedo de dolerme y de dolerte
huyo del agí¼ero sentencioso, de la pena del silencio
huyo de la posibilidad de ver espaldas
porque eso son las despedidas, un desfile de espaldas que se alejan.
* * *
Passaporte para a cinza
para Manuel
vou afastar-me do sustento, do mar, do aguaceiro
fujo de comer as uvas negras no final das tardes
fujo de contemplar as chagas florescer como rosas de água fúnebre
de entregar em cada partícula de pó um passaporte de cinza
gotejando a fé que pus em cada primavera transeunte da pele
vou tornando-me um emigrante do sal dos rosários
deixo as pegadas de lamaçal que ninguém habitou senão o desejo
senão as quimeras que ameaçam quebrar o sonho
e abrir as dobradiças desse confim alado do teu peito
voo de ti e do teu nome, da tua saliva e da tua axila
desta fome de chover-me em lábios nas tuas feridas
desta vontade de curar-te o que firo com a minha história
história que é minha e que foi tua e que agora é de ninguém
salvo de um albatroz crucificado entre poemas
e é que às vezes não me basta decantar a sede de tanta companhia
nem fazer uma homenagem a cada capricho dum altar que se carcome
diante do fogo
se a minha oração apodrece ajoelhada no desassossego
se me torno clandestino na corda dos milagres esperando alguém
alguém que me devolva algo da vida que entreguei e ir com ela
cavalgando longe de toda a profecia de salvação ou de morte
ir sem bandeira nem bilhete de regresso
até encontrar uma varanda dessas que tem cadeira de balanço
e cambalear na tarde a memória e os esquecimentos
tatuar mapas na pele, chover vociferando a renúncia
e povoar de estrelas a minha própria noite, na escuridão, ao nomear-te
de quando em vez
terei de desenhar um astrolábio que contraia as distâncias
deter-me na estação de cada verbo e deambular
pela torpeza do desejo que te rememora
sobre essa pegada dactilografar que é uma passagem de regresso inadvertida
é-me imperativo afastar-me de ti, entregar-me todo à viagem sem regresso
e fugir novamente do sustento e fugir do mar, do aguaceiro
dos nomes, das ausências, das promessas
e ainda que não saiba de que fujo, se é de ti ou do medo de querer-te
se é de mim ou do medo de doer-me ou de doer-te
fujo do augúrio sentencioso, da pena do silêncio
fujo da possibilidade de ver costas
porque isso são as despedidas, um desfile de costas que se afastam.
Ángel Antonio Ruiz Laboy (Ponce, Puerto Rico, 1979). Ha publicado Anzuelos y Carnadas (2009), El tiempo de los escarabajos (Erizo Editorial, 2011) y Hemisferio de la sombra (Editorial ICP, 2014), ganador en la edición del 2012 del Premio Nacional de Poesía de Instituto de Cultura Puertorriqueña. En el 2012 fue reconocido con el Premio Nuevas Voces del Festival de la Palabra.
Rómulo Bustos Aguirre (Colombia)
Cotidiano
Como sucede con los cuadros que cuelgan
en las paredes
cada mañana sorprendes
una leve inclinación de tu adentro
Cada mañana crees corregir este desnivel
Pero entre la primera posición y la segunda
queda siempre un residuo
una brizna de polvo que se acumula
Sobre esta oscura aritmética se edifica tu alma
* * *
Quotidiano
Como acontece com os quadros que penduram
nas paredes
cada manhã capturas
uma leve inclinação do teu interior
Cada manhã acreditas corrigir este desnível
Mas entre a primeira posição e a segunda
fica sempre um resíduo
um filamento de pó que se acumula
Sobre esta obscura aritmética edifica-se a tua alma
Rómulo Bustos Aguirre ( Santa Catalina de Alejandría, Bolivar, Colombia, 1954). Premio Nacional de Poesía Asociación de Escritores de la Costa, 1985; Premio Nacional de Poesía Instituto Colombiano de Cultura, 1993; Premio Blas de Otero de Poesía Universidad Complutense de Madrid, 2010. Algunos de sus libros son En el traspatio del cielo (1993) (Premio Nacional del Ministerio de Cultura), Obra Poética (2010), entre otros.
Luis Manuel Pérez Boitel (Cuba)
Bella época
un día en medio del sendero
alguien te preguntará por el advenedizo
hombre que llevas y habrá un silencio.
una demoledora paz cubrirá
en apretado instante la arboladura del verano. los pastos que cubrían
la cabaña donde el fuego se debatía en cubrir
tanta soledad. el incienso nos proveería de la súplica
y sólo habría una abertura para recordar al padre
que dispuso en un páramo, la hora del té.
la renovada imagen de un Dios que se asegmenta y nutre,
entre promontorios, la imagen misma, la falta de lumbre.
cabría decir, son tiempos difíciles,
pero en un poema algo hay de neutralidad;
de esas imágenes que la artista nos impone
en medio de un tiempo. el despertar, sus saudades
como marineros que se aíslan, como cuerpos dispuestas
a la noche o al comienzo, en lo irreverente,
como pudo ser la mano poderosa que se deposita
o la fatiga del viaje. La artista conoce de las sombras
y solo nos enmudece ante la época, el rostro
equidistante de los hombres. son tiempos difíciles.
ellos tomaban vino de Rusia y yo me quedé
pensando en el ocaso donde un cuerpo desaliñado
me convoca. cae la tarde. al final
no estoy tan solo en la cabaña.
vuelve la fe al centro de la mesa y es la hora precisa,
la supuesta hora. ellos beben en vasos de cartón sus glorias
terrenales, sus dudas. podría admitir
que marzo no fue el último reducto, ni la plegaria.
por la filigrana que me conduce al sitio de reposo, admito
la bella época, es decir, el invierno.
no creo que se haya caído
una rama del árbol milenario, por azar. un cuerpo pasa a ras
del poema y enmudezco
para no reconocer su breve estancia.
cabría decir, son tiempos difíciles, pero no me atrevo
a confirmar lo imposible, a ir deletreando un nombre,
en el supuesto nombre. y cae la tarde
con sus mejores luces desde la cabaña donde los cuerpos buscan
el estío, lo efímero del sitio. ellos referían épocas
antiguas donde la lumbre
era la mejor opción. bastaría escuchar en medio del sendero
al hombre que llevas,
y habrá un silencio enorme, una demoledora paz.
* * *
Bela época
um dia a meio da senda
alguém te perguntará pelo forasteiro
homem que trazes e haverá um silêncio.
uma demolidora paz cobrirá
num apertado instante o arvoredo do Verão. os pastos que cobriam
a cabana onde o fogo se debatia em cobrir
tanta solidão. o incenso nos abasteceria de súplica
e só haveria uma abertura para recordar o pai
que se entregou ao páramo, a hora do chá.
a renovada imagem dum Deus que se divide e nutre,
entre promontórios, a própria imagem, a falta de lume.
caberia dizer, são tempos difíceis,
mas num poema algo há de neutralidade;
dessas imagens que a artista se nos impõe
por meio dum tempo. o despertar, as suas saudades
como marinheiros que se apartam, como corpos dispostas
à noite ou ao começo, na irreverência,
como pode ser a mão poderosa que se deposita
ou a fadiga da viagem. A artista conhece através das sombras
e só nos emudece perante a época, o rosto
equidistante dos homens. são tempos difíceis.
eles tomavam vinho da Rússia e eu fiquei
a pensar no ocaso onde um corpo desalinhado
me convoca. cai a tarde. no fim
não estou tão só na cabana.
volta a fé ao centro da mesa e é a hora precisa,
a suposta hora. eles bebem em copos de cartão as suas glórias
terrenas, as suas dúvidas. poderia admitir
que Março não foi o último reduto, nem a última súplica.
pela filigrana que me conduz ao lugar de repouso, permito
a bela época, ou melhor, o Inverno.
não acredito que tenha caído
um ramo da árvore milenar, por acaso. um corpo passa rente
ao poema e emudeço
para não reconhecer a sua breve estância.
caberia dizer, são tempos difíceis, mas não me atrevo
a confirmar o impossível, a soletrar um nome,
no suposto nome. e cai a tarde
com a sua melhor luz desde a cabana onde os corpos procuram
o estio, a efemeridade do sítio. eles referiam épocas
antigas onde o lume
era a melhor opção. bastaria escutar a meio da senda
o homem que trazes,
e haverá um silêncio enorme, uma demolidora paz.
Luis Manuel Pérez Boitel (Remedios, Villa Clara, Cuba, 1969). Poeta cubano. Miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Con más de veinte poemarios publicados en varios países hispanoamericanos, ha obtenido importantes premios internacionales que le han validado como un referente de la poesía cubana actual. Su obra ha sido traducida a múltiples idiomas.
Soledad ílvarez (República Dominicana)
Primer encuentro
Marco mi territorio con la lengua,
la tierra de carne y hueso donde retoña el instante
hasta abrir los cauces de la eternidad:
alto pelaje nocturno poblado por mis huellas,
escrutable en sus orificios,
en el gozo presentido que asciende por celajes de temblor
como pez en vorágine de líquenes y armas tibias.
No hay reparos que no deshaga mi lengua
ni espacio intocado que no explore
este lento acariciar mamífero en la noche del primer fuego,
hombre y mujer descubriéndose,
olisqueándose donde crece una flor viva
y la sed abreva en pozos y estalactitas íntimas.
Aquí hueles a cardumen y médanos tibios,
aquí rezuma un dulzor que extiende su espesura
y se derrama como ofrenda en la planicie esférica del vientre.
Movimiento miscible. Desgarradura de velámenes.
Yo oigo el ir y venir del tiempo en su marea,
dejándome ir me encuentro conmigo en lo que abrasa
—entraña henchida de goce y soledades—
y entre un latido y otro
acezante
la infinitud de la pequeña muerte.
* * *
Primeiro encontro
Marco o meu território com a língua,
a terra de carne e osso onde se reproduz o instante
até abrir os canais da eternidade:
alta pelagem nocturna povoada pelas minhas pegadas,
escrutável nos seus orifícios,
no gozo pressentido que ascende pelas nuvens de tremor
como um peixe no remoinho de líquenes e armas tíbias.
Não há nada que não desfaça a minha língua
nem espaço intocado que não explore
este lento acariciar mamífero na noite do primeiro fogo,
homem e mulher descobrindo-se,
cheirando-se onde cresce uma flor viva
e a sede bebe em poços e em íntimas estalactites.
Aqui cheiras a cardume e a dunas tíbias,
aqui destila uma doçura que estende a sua espessura
e se derrama como oferenda na planície esférica do ventre.
Movimento misturável. Rasgadura de farrapos.
Eu oiço o ir e vir do tempo na sua mareação,
deixando-me ir encontro-me comigo mesmo no que abrasa
—entranha cheia de gozo e solitudes—
E entre um latejo e outro
veemente
a infinitude da pequena morte.
Soledad Álvarez (Santo Domingo, 1950). Estudió Filología, con especialidad en Literatura Hispanoamericana, en La Habana, Cuba. Trabajó junto a Manuel Rueda en el suplemento cultural «Isla Abierta», del periódico Hoy. Es autora de De tierra morena vengo (1986) y Vuelo posible (1994). También ha publicado La magna patria de Pedro Henríquez Ureña (1980), Ponencias del Congreso Crítico de Literatura Dominicana (1994) y Complicidades (1998).
Noticia Biográfica
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