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Edición 50

Del Triángulo de las Bermudas a Lisboa: 25 poetas caribeños. Parte I



Parte I

 

Presentamos la segunda antologí­a de una serie de antologí­as de la poesí­a hispanoamericana actual traducidas al portugués que ha preparado el poeta puertorriqueño Jonatán Reyes con la traducción de la poeta y traductora Sandra Santos.

 

Sandra Santos (Portugal, 1994). Estudiante, poeta, escritora y traductora. Licenciada en Lenguas y Relaciones Internacionales (Universidad de Oporto), En el presente, está adquiriendo el máster en Estudios Editoriales (Universidad de Aveiro). Participa en diversos proyectos culturales, artísticos y literarios. Traduce del portugués e inglés al español y del español e inglés al portugués. Sus traducciones están publicadas en Portugal, España y América Latina, en los blogs y revistas “Cuaderno Ático”, “Buenos Aires Poetry”, “escamandro”, “Círculo de Poesía”, “Poesia Vim Buscar-te”, “Otro Páramo”, “La Raíz Invertida”, “mallarmargens”, “Bitácora de vuelos”, “Emma Gunst”, “Enfermaria 6” y “El Coloquio de los Perros”. Comparte su labor poética y artística en su blog: http://sandrasantos-ss.blogspot.pt/.

 

Jonatán Reyes (San Juan, Puerto Rico, 1984). Poeta y editor. Bajo el seudónimo de Jonatan Medusa publicó Hologramas Exiliados (plaquette, 2012) y los libros Actias Luna (2013), Aduana (2014), Sunny Sonata (2014). Su poesía ha sido publicada en diversas revistas internacionales de literatura y poesía, de países como, Colombia, Argentina, Venezuela, España, Grecia, Italia, Brasil, Ecuador, Estados Unidos, y México. Parte de su trabajo ha sido un incluido en varias antologías internacionales, como la Antología de Poetas Latinoamericanos (Imaginante Editorial, Argentina, 2015) y Voces de América Latina (Mediaisla Editores, New York, 2016). Lo han invitado a diversos festivales y encuentros de poesía, entre ellos, al “I encuentro latinoamericano de poetas del Itsmo”, al II Festival Internacional de lectura “Agua Dulce Caracola” (México, 2015), al IX Festival Internacional de Poesía del Caribe (PoeMaRío)” en Barranquilla, Colombia, y al reciente V Festival Latinoamericano de Poesía Ciudad de Nueva York. Es finalista del III y del IV Premio Internacional de Poesía “Pilar Fernández Labrador”. Recientemente preparó la antología bilingüe (español/portugués) “Del Triángulo de las Bermudas a Lisboa: 18 poetas puertorriqueños que se publicó en la revista colombiana “Otro Páramo”. Su poesía ha sido traducida al italiano, griego y portugués.

 

 

 

 

                                                            Sol serpiente ojo fascinante ojo mí­o

                                                            mar en que hormiguean islas crujientes

                                                            en dedos de rosas

 

                                                            Aimé Césaire

 

                              * * *

 

Annabell Manjarrés Freyle (Colombia)

 

Último vuelo

 

A pesar del páramo

me suda todo.

Tengo un efecto moreno

en la transpiración.

Soy una silueta sin contorno que llora al mar

por todos lados.

 

No he visto a Bogotá con ojos

de palmera dorada,

el viento enamorado

puede estar rumorando

en Santa Marta

o en algún sueño doloroso

y recurrente.

 

Mi soledad es sólo de dos horas

en el aeropuerto. Sin dramas.

Mi pecho se oprime

intentando abrazarse a sí­ mismo.

 

Por mi parte ya me desvestí­ en esta ciudad de parabrisas

y ahora me arropo

con un escándalo de arena que traje,

desprevenida,

en mis zapatos;

 

con un acento que desentona al parafraseo

de las nubes que me acechan,

y con estos ojos que ahora miran

distinto al rostro.

 

Cálida por dentro

y sin las mismas células que me conformaron

hace más de tres años,

descanso arropada sin misterios

y sin las nostalgias

de una letra capital

iniciando

mis más incisivos

recuerdos.

 

* * *

 

Último voo

 

Apesar do páramo

transpiro toda.

Tenho um efeito moreno

na transpiração.

Sou uma silhueta sem contorno que chora ao mar

por todos os lados.

 

Não vi Bogotá com olhos

de palmeira dourada,

o vento apaixonado

pode estar a rumorar

em Santa Marta

ou em algum sonho doloroso

e recorrente.

 

A minha solidão é só de duas horas

no aeroporto. Sem dramas.

O meu peito oprime-se

tentando abraçar-se a si mesmo.

 

Pela minha parte já me despi nesta cidade

de pára-brisas

e agora me cubro

com um escândalo de areia que trago,

desprevenida,

nos meus sapatos;

 

com uma pronúncia que desafina o parafrasear

das nuvens que me espiam,

e com estes olhos que agora olham

diferente o rosto.

 

Cálida por dentro

e sem as mesmas células que me conformaram

há mais de três anos,

descanso coberta sem mistérios

e sem nostalgias.

duma letra capital

iniciando

as minhas mais incisivas

recordações.

 

Annabell Manjarrés Freyle (Santa Marta, Colombia, 1985). Comunicadora Social y Periodista. Poeta y narradora.  Posee tres poemarios inéditos: El Espejo Lunar Blanco, Óleo de una mujer acosada por el tiempo y Animales invertebrados. Poemas suyos han sido traducidos al inglés, al catalán, al francés y al italiano; y figuran en diversas antologías de nacionales e internacionales. Tiene un libro de cuentos inédito. Trabaja en su primera novela.

 

 

 

 

Isaily Pérez González (Cuba)

 

Dime tú qué amor ya muerto

 

Dime tú qué amor ya muerto ha tenido luz así­:

estamos en una foto

en un balcón

en mitad de un palacio

y detrás se haya el mar, discretamente.

Por supuesto que el mar nos alentaba,

el mar mudándolo todo en cosas aún más bellas.

En mitad de la tarde

por no llorar delante de terceros

volví­ el rostro.

Habí­amos vivido juntas cuatro años

y fue la separación

cuando llegaba al vestí­bulo de la realidad

—pero solo hasta ahí—.

Detrás se divisaban estancias mejores

mas un viento me cerró las puertas.

Yo seguí­a parada en el umbral sin querer confesártelo

por no verte llorando frente a extraños.

Te habí­as mudado a otro paí­s.

Aquí­ el viento tiraba las puertas y dejaba tus fotos

pero no dije nada:

transcurrí­a nuestra semana luego de un año

me reí­ de tu acento y de tus nuevas frases

juntas nos divertimos como siempre.

Era muy blanco el muelle

con blancas farolas sucediéndose

el terrado, las sillas,

doquier pusiese los ojos blanco y blanco.

“Molesta el resplandor”, fingí ante los extraños.

Ya la foto estaba hecha,

sin salir de la pantalla la habí­a celebrado

sin salir de la pantalla dolí­a concretamente

como duelen tus fotos.

Si acaso te hablo mucho

del pesar que me ha causado esta separación

pues no me creas;

Shakespeare cantaba a un ahogado

con perlas en los ojos y coralinos huesos

pues la alquimia del agua trocó en joya lo muerto.

Asimismo este amor, ya sin aliento,

un don ha recibido

de las playas que juntas contemplamos:

se llama permanencia.

Aquí­ te la regalo: una foto, una joya,

no le pidamos más

ya que el pasado es nuestro

la semana

y los mares del mundo

donde tú no estarás o no estaré

pero así­ basta.

 

* * *

 

Diz-me tu que amor já morto

 

Diz-me tu que amor já morto teve luz assim:

estamos numa foto

numa varanda

a meio dum palácio

e atrás está o mar, discreto.

Claro que o mar nos animava

o mar transformando tudo em coisas ainda mais belas.

A meio da tarde

para não chorar à frente de terceiros

virei o rosto.

Tínhamos vivido juntas quatro anos

e deu-se a separação

quando chegava ao vestíbulo da realidade

—mas só até aí—.

Atrás distinguiam-se estâncias melhores

mas um vento fechou-me as portas.

Eu continuava parada no umbral sem querer confessar-to

por não te ver a chorar à frente de estranhos.

Tinhas mudado de país.

Aqui o vento arrasava as portas e deixava as tuas fotos

mas não disse nada:

disfrutamos duma semana após um ano sem nos vermos

ri-me da tua pronúncia e das tuas novas frases

juntas divertimo-nos como sempre.

Era muito branca a doca

com brancos faróis refletidos

no terraço, nas cadeiras,

por onde quer que repousasse os olhos branco e branco.

“Chateia o resplendor”, fingi perante os estranhos.

Já a foto estava tirada,

sem sair da tela tinha-a celebrado

sem sair da tela doía concretamente

como doem as tuas fotos.

Se por acaso falo muito

do aperto que me causou esta separação

não te acredites;

Shakespeare cantava a um afogado

com pérolas nos olhos e ossos coralinos

pois a alquimia da água fez do morto uma jóia.

O mesmo com este amor, já sem alento,

um dom recebeu

das praias que juntas vislumbramos:

chama-se permanência.

Aqui ofereço-ta: uma foto, uma jóia,

não peçamos mais

já que o passado é nosso

a semana

e os mares do mundo

onde tu não estarás ou não estarei

mas assim basta.

 

Isaily Pérez González (Cuba). Obtuvo el Premio Calendario 2007 por su poemario Una tela sobre el bosque (Casa Editora Abril, 2008); el Premio-Beca de Creación Dador del Instituto Cubano del Libro 2002. Premio Encuentro-Debate Nacional de Talleres Literarios 2000. Beca de Creación Dador 2002. Premio Calendario de Poesí­a 2006. Actualmente dirige el sello editorial Capiro.

 

 

 

 

 

 

Ángela Hernández (República Dominicana)

 

Lo que tengo es un pulmón cerrado como piedra

 

Ojo móvil. Terco sobre el dí­a vulnerable

Ventolera. Festí­n de insinuaciones. Cosas de acá, de allá

Lo que tengo es un dedo de Dios. Empuja sobre un

mismo punto de mi carne. Exige la respuesta para la

cual no hizo mis sentidos

 

Lo que tengo es el punzón de siempre, de antes

tajando la neblina en mis cavilaciones

Un vestigio con forma de serpiente. Necedad de furia,

bailoteo. Frí­o de ser

Lo que tengo es la consciente impotencia felina

 

Oscuridad de las sacerdotisas. Clara interrogación

sobre enigmas y decantaciones. Un inútil pedestal por hombros. Navegando entre cálices, espadas

 

Lo que tengo es el vivo de los barrios

La culebrilla feliz de los mercados

mí­seros. Boca del alma rota por el vino. El tempranero

empeño de quien trueca la eternidad por alimentos

 

Sueños de perseguidos. Asediada

Decapitados. Torturada. Suelo sobre el cuerpo sin

apoyo. Dictadura del sí­mbolo, cara y cruz

 

Lo que tengo es el extremo de los centros

El comienzo. El paso y lo que pasa luego.

 

* * *

 

O que tenho é um pulmão fechado como pedra

 

Olho móvel. Teimoso sobre o dia vulnerável

Vendaval. Festim de insinuações. Coisas de aqui, dali

O que tenho é um dedo de Deus. Empurra sobre um

mesmo ponto da minha carne. Exige a resposta para a

qual não foram feitos os meus sentidos

 

O que tenho é o furador de sempre, de antes

talhar a neblina nas minhas cavidades

Um vestígio com forma de serpente. Inépcia de fúria,

bailado. Frio de ser

O que tenho é a consciente impotência felina

 

Escuridão das sacerdotisas. Clara interrogação

sobre enigmas e decantações. Um inútil pedestal nos ombros. Navegando entre cálices,

espadas

 

O que tenho é a vivacidade dos bairros

O cobrelo feliz dos mercados

míseros. Boca da alma quebrada pelo vinho. O precoce

empenho de quem troca a eternidade por alimentos

 

Sonhos de perseguidos. Assediada

Decapitados. Torturada. Chão sobre o corpo sem

apoio. Ditadura do símbolo, cara e cruz

 

O que tenho é o extremo dos centros

O começo. O passar e o que passa logo.

 

Ángela Hernández Núñez (Buena Vista, Jarabacoa, Republica Dominican). Premio Nacional de Literatura 2016. Textos de su autorí­a se han traducido al inglés, francés, italiano, islandés, bengalí­ y noruego. Circulan en numerosas antologí­as. Ganó el Premio Nacional de Poesí­a Salomé Ureña (con el libro Alicornio, 2004).

 

 

 

 

Robert Rincón (Venezuela)

 

De Mercaderes (2010)

 

SEÑOR DAME SANO CAUDAL

PARA AMANSAR

las aguas donde el demonio viene en su barca

a atracar puertos dorados

quiero hincarme ante el sol

pero me fallan las piernas

 

la presencia de la luz se va en la cresta de la ola

que rompe en el arrecife de mis huesos

 

dame humildad para calmar el sonido de los pies

que desfilan de mantra

de las costas hasta la cordillera

del monte a la calle

donde la resonancia devuelve el salobre

en el lomo madera del Nazareno Caribe

 

el sol se apaga dentro de la tienda

donde la estatua tallada no endereza el milagro

no piso fuerte señor

 

no piso fuerte señor

en las aguas frente al muelle

deja que el zumbido dentro de mi boca

cante

 

* * *

 

SENHOR DAI-ME UM CAUDAL SANO

PARA AMANSAR

as águas que trazem o demónio na sua barca

para atracar em portos dourados

quero fixar-me diante do sol

mas falham-me as pernas

 

a presença da luz desaparece na crista da onda

que rompe no recife dos meus ossos

 

dai-me humildade para acalmar o som dos pés

que desfilam em mantra

da costa à cordilheira

do monte à rua

onde a ressonância devolve o salubre

ao dorso de madeira do Caribe Nazareno

 

o sol se apaga dentro da tenda

onde a estátua talhada não endereça o milagre

não piso forte senhor

 

não piso forte senhor

nas águas em frente do dique

deixai que o zumbido dentro da minha boca

cante

 

Robert Rincón (Valencia, Venezuela, 1985). Poeta, forma parte del equipo de edición y redacción de la revista Poesía. Ha publicado Mercaderes (2010) y en el 2014 fue merecedor del V Premio Nacional Universitario de Literatura Alfredo Armas Alfonzo. Finalista en la primera edición del Concurso Nacional de Poesía Joven “Rafael Cadenas” (2016). 

 

 

 

 

Ángel Antonio Ruiz Laboy (Puerto Rico)

 

Pasaporte a la ceniza

 

                                                            a Manuel

 

me voy del pan, del mar, del aguacero

huyo de comer las uvas negras a la orilla de las tardes

huyo de ver las llagas florecer como rosas de agua fúnebre

de entregar en cada polvo un pasaporte de ceniza

gotereando la fe que puse en cada primavera transeúnte de la piel

 

voy camino a ser un emigrante de la sal de los rosarios

dejo atrás la huella de humedal que nadie habitó sino el deseo

sino quimeras que amenazan con romper el sueño

y con abrir las bisagras de ese confí­n alado de tu pecho

vuelo de ti y de tu nombre, de tu saliva y de tu axila

de esta hambre de lloverme labio en tus heridas

de estas ganas de curarte lo que hiero con mi historia

historia que es mí­a y que fue tuya y ahora es de nadie

salvo de un albatros crucificado entre poemas

 

y es que a veces no me basta decantar la sed de tanta compañí­a

ni hacer un homenaje a cada antojo de un altar que se apolille

frente al fuego

 

si mi oración se pudre arrodillada en el desasosiego

si me vuelvo polizón en el cordel de los milagros esperando a uno

uno que me devuelva algo de la vida que entregué e irme con ella

a cabalgar lejos de toda profecí­a de salvación o muerte

 

irme sin bandera ni boleto de regreso

hasta hallar un balcón de esos que tienen mecedora

y columpiar en la tarde la memoria y los olvidos

hacerme mapas en la piel, lloverme a gritos la renuncia

y poblar de estrellas mi propia noche a oscuras de nombrarte

 

de vez en cuando

tendré que dibujar un astrolabio que convulse las distancias

detenerme en la estación de cada verbo y deambular

por la torpeza del deseo que te memoria

sobre esa huella dactilar que es un pasaje de vuelta inadvertido

 

se me hace imperativo irme de ti, darme todo al viaje sin regreso

y huir nuevamente del pan y huir del mar, del aguacero

de los nombres, las ausencias, las promesas

y aunque no sepa de qué huyo, si es de ti o del miedo de quererte

si es de mí­ o del miedo de dolerme y de dolerte

huyo del agí¼ero sentencioso, de la pena del silencio

huyo de la posibilidad de ver espaldas

porque eso son las despedidas, un desfile de espaldas que se alejan.

 

* * *

 

Passaporte para a cinza

 

                                                            para Manuel

 

vou afastar-me do sustento, do mar, do aguaceiro

fujo de comer as uvas negras no final das tardes

fujo de contemplar as chagas florescer como rosas de água fúnebre

de entregar em cada partícula de pó um passaporte de cinza

gotejando a fé que pus em cada primavera transeunte da pele

 

vou tornando-me um emigrante do sal dos rosários

deixo as pegadas de lamaçal que ninguém habitou senão o desejo

senão as quimeras que ameaçam quebrar o sonho

e abrir as dobradiças desse confim alado do teu peito

voo de ti e do teu nome, da tua saliva e da tua axila

desta fome de chover-me em lábios nas tuas feridas

desta vontade de curar-te o que firo com a minha história

história que é minha e que foi tua e que agora é de ninguém

salvo de um albatroz crucificado entre poemas

 

e é que às vezes não me basta decantar a sede de tanta companhia

nem fazer uma homenagem a cada capricho dum altar que se carcome

diante do fogo

 

se a minha oração apodrece ajoelhada no desassossego

se me torno clandestino na corda dos milagres esperando alguém

alguém que me devolva algo da vida que entreguei e ir com ela

cavalgando longe de toda a profecia de salvação ou de morte

 

ir sem bandeira nem bilhete de regresso

até encontrar uma varanda dessas que tem cadeira de balanço

e cambalear na tarde a memória e os esquecimentos

tatuar mapas na pele, chover vociferando a renúncia

e povoar de estrelas a minha própria noite, na escuridão, ao nomear-te

 

de quando em vez

terei de desenhar um astrolábio que contraia as distâncias

deter-me na estação de cada verbo e deambular

pela torpeza do desejo que te rememora

sobre essa pegada dactilografar que é uma passagem de regresso inadvertida

 

é-me imperativo afastar-me de ti, entregar-me todo à viagem sem regresso

e fugir novamente do sustento e fugir do mar, do aguaceiro

dos nomes, das ausências, das promessas

e ainda que não saiba de que fujo, se é de ti ou do medo de querer-te

se é de mim ou do medo de doer-me ou de doer-te

fujo do augúrio sentencioso, da pena do silêncio

fujo da possibilidade de ver costas

porque isso são as despedidas, um desfile de costas que se afastam.

 

Ángel Antonio Ruiz Laboy (Ponce, Puerto Rico, 1979). Ha publicado Anzuelos y Carnadas (2009), El tiempo de los escarabajos (Erizo Editorial, 2011) y Hemisferio de la sombra (Editorial ICP, 2014), ganador en la edición del 2012 del Premio Nacional de Poesía de Instituto de Cultura Puertorriqueña. En el 2012 fue reconocido con el Premio Nuevas Voces del Festival de la Palabra.

 

 

 

 

Rómulo Bustos Aguirre (Colombia)

 

Cotidiano

 

Como sucede con los cuadros que cuelgan

                                                            en las paredes

cada mañana sorprendes

una leve inclinación de tu adentro

Cada mañana crees corregir este desnivel

Pero entre la primera posición y la segunda

queda siempre un residuo

una brizna de polvo que se acumula

 

Sobre esta oscura aritmética se edifica tu alma

 

* * *

 

Quotidiano

 

Como acontece com os quadros que penduram

                                                            nas paredes

cada manhã capturas

uma leve inclinação do teu interior

Cada manhã acreditas corrigir este desnível

Mas entre a primeira posição e a segunda

fica sempre um resíduo

um filamento de pó que se acumula

 

Sobre esta obscura aritmética edifica-se a tua alma

 

Rómulo Bustos Aguirre ( Santa Catalina de Alejandrí­a, Bolivar, Colombia, 1954). Premio Nacional de Poesí­a Asociación de Escritores de la Costa, 1985; Premio Nacional de Poesí­a Instituto Colombiano de Cultura, 1993; Premio Blas de Otero de Poesí­a Universidad Complutense de Madrid, 2010. Algunos de sus libros son En el traspatio del cielo (1993) (Premio Nacional del Ministerio de Cultura), Obra Poética (2010), entre otros.

 

 

 

 

Luis Manuel Pérez Boitel (Cuba)

 

Bella época

 

un dí­a en medio del sendero

alguien te preguntará por el advenedizo

hombre que llevas y habrá un silencio.

una demoledora paz cubrirá

en apretado instante la arboladura del verano. los pastos que cubrí­an

la cabaña donde el fuego se debatí­a en cubrir

tanta soledad. el incienso nos proveerí­a de la súplica

y sólo habrí­a una abertura para recordar al padre

que dispuso en un páramo, la hora del té.

la renovada imagen de un Dios que se asegmenta y nutre,

entre promontorios, la imagen misma, la falta de lumbre.

cabrí­a decir, son tiempos difí­ciles,

pero en un poema algo hay de neutralidad;

de esas imágenes que la artista nos impone

en medio de un tiempo. el despertar, sus saudades

como marineros que se aí­slan, como cuerpos dispuestas

a la noche o al comienzo, en lo irreverente,

como pudo ser la mano poderosa que se deposita

o la fatiga del viaje. La artista conoce de las sombras

y solo nos enmudece ante la época, el rostro

equidistante de los hombres. son tiempos difí­ciles.

 

ellos tomaban vino de Rusia y yo me quedé

pensando en el ocaso donde un cuerpo desaliñado

me convoca. cae la tarde. al final

no estoy tan solo en la cabaña.

vuelve la fe al centro de la mesa y es la hora precisa,

la supuesta hora. ellos beben en vasos de cartón sus glorias

terrenales, sus dudas. podrí­a admitir

que marzo no fue el último reducto, ni la plegaria.

por la filigrana que me conduce al sitio de reposo, admito

la bella época, es decir, el invierno.

no creo que se haya caí­do

una rama del árbol milenario, por azar. un cuerpo pasa a ras

del poema y enmudezco

para no reconocer su breve estancia.

cabrí­a decir, son tiempos difí­ciles, pero no me atrevo

a confirmar lo imposible, a ir deletreando un nombre,

en el supuesto nombre. y cae la tarde

con sus mejores luces desde la cabaña donde los cuerpos buscan

el estí­o, lo efí­mero del sitio. ellos referí­an épocas

antiguas donde la lumbre

era la mejor opción. bastarí­a escuchar en medio del sendero

al hombre que llevas,

y habrá un silencio enorme, una demoledora paz.

 

* * *

 

Bela época

 

um dia a meio da senda

alguém te perguntará pelo forasteiro

homem que trazes e haverá um silêncio.

uma demolidora paz cobrirá

num apertado instante o arvoredo do Verão. os pastos que cobriam

a cabana onde o fogo se debatia em cobrir

tanta solidão. o incenso nos abasteceria de súplica

e só haveria uma abertura para recordar o pai

que se entregou ao páramo, a hora do chá.

a renovada imagem dum Deus que se divide e nutre,

entre promontórios, a própria imagem, a falta de lume.

caberia dizer, são tempos difíceis,

mas num poema algo há de neutralidade;

dessas imagens que a artista se nos impõe

por meio dum tempo. o despertar, as suas saudades

como marinheiros que se apartam, como corpos dispostas

à noite ou ao começo, na irreverência,

como pode ser a mão poderosa que se deposita

ou a fadiga da viagem. A artista conhece através das sombras

e só nos emudece perante a época, o rosto

equidistante dos homens. são tempos difíceis.

 

eles tomavam vinho da Rússia e eu fiquei

a pensar no ocaso onde um corpo desalinhado

me convoca. cai a tarde. no fim

não estou tão só na cabana.

volta a fé ao centro da mesa e é a hora precisa,

a suposta hora. eles bebem em copos de cartão as suas glórias

terrenas, as suas dúvidas. poderia admitir

que Março não foi o último reduto, nem a última súplica.

pela filigrana que me conduz ao lugar de repouso, permito

a bela época, ou melhor, o Inverno.

não acredito que tenha caído

um ramo da árvore milenar, por acaso. um corpo passa rente

ao poema e emudeço

para não reconhecer a sua breve estância.

caberia dizer, são tempos difíceis, mas não me atrevo

a confirmar o impossível, a soletrar um nome,

no suposto nome. e cai a tarde

com a sua melhor luz desde a cabana onde os corpos procuram

o estio, a efemeridade do sítio. eles referiam épocas

antigas onde o lume

era a melhor opção. bastaria escutar a meio da senda

o homem que trazes,

e haverá um silêncio enorme, uma demolidora paz.

 

Luis Manuel Pérez Boitel (Remedios, Villa Clara, Cuba, 1969). Poeta cubano. Miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Con más de veinte poemarios publicados en varios paí­ses hispanoamericanos, ha obtenido importantes premios internacionales que le han validado como un referente de la poesí­a cubana actual. Su obra ha sido traducida a múltiples idiomas.

 

 

 

 

Soledad ílvarez (República Dominicana)

 

Primer encuentro

 

Marco mi territorio con la lengua,

la tierra de carne y hueso donde retoña el instante

hasta abrir los cauces de la eternidad:

alto pelaje nocturno poblado por mis huellas,

escrutable en sus orificios,

en el gozo presentido que asciende por celajes de temblor

como pez en vorágine de lí­quenes y armas tibias.

No hay reparos que no deshaga mi lengua

ni espacio intocado que no explore

este lento acariciar mamí­fero en la noche del primer fuego,

hombre y mujer descubriéndose,

olisqueándose donde crece una flor viva

y la sed abreva en pozos y estalactitas í­ntimas.

Aquí­ hueles a cardumen y médanos tibios,

aquí­ rezuma un dulzor que extiende su espesura

y se derrama como ofrenda en la planicie esférica del vientre.

Movimiento miscible. Desgarradura de velámenes.

Yo oigo el ir y venir del tiempo en su marea,

dejándome ir me encuentro conmigo en lo que abrasa

—entraña henchida de goce y soledades—

y entre un latido y otro

                                    acezante

la infinitud de la pequeña muerte.

 

* * *

 

Primeiro encontro

 

Marco o meu território com a língua,

a terra de carne e osso onde se reproduz o instante

até abrir os canais da eternidade:

alta pelagem nocturna povoada pelas minhas pegadas,

escrutável nos seus orifícios,

no gozo pressentido que ascende pelas nuvens de tremor

como um peixe no remoinho de líquenes e armas tíbias.

Não há nada que não desfaça a minha língua

nem espaço intocado que não explore

este lento acariciar mamífero na noite do primeiro fogo,

homem e mulher descobrindo-se,

cheirando-se onde cresce uma flor viva

e a sede bebe em poços e em íntimas estalactites.

Aqui cheiras a cardume e a dunas tíbias,

aqui destila uma doçura que estende a sua espessura

e se derrama como oferenda na planície esférica do ventre.

Movimento misturável. Rasgadura de farrapos.

Eu oiço o ir e vir do tempo na sua mareação,

deixando-me ir encontro-me comigo mesmo no que abrasa

—entranha cheia de gozo e solitudes—

E entre um latejo e outro

                                    veemente

a infinitude da pequena morte.

 

Soledad Álvarez (Santo Domingo, 1950). Estudió Filología, con especialidad en Literatura Hispanoamericana, en La Habana, Cuba. Trabajó junto a Manuel Rueda en el suplemento cultural «Isla Abierta», del periódico Hoy. Es autora de De tierra morena vengo (1986) y Vuelo posible (1994). También ha publicado La magna patria de Pedro Henríquez Ureña (1980), Ponencias del Congreso Crítico de Literatura Dominicana (1994) y Complicidades (1998).


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